En este próximo mes de octubre, la Delegación de Playas de Tijuana, celebrará su quincuagésimo aniversario, honrando su historia y sus logros.
Es probable que hace 50 años, antes de fundar la primera colonia en esta zona, sus primeros pobladores se hayan hecho la pregunta: ¿qué comunidad queremos? Y hecha esta se pusieron a forjarla. Hoy festejamos lo realizado en este primer medio siglo, lo que apreciamos, cuidamos y mejoramos, y entregaremos a los vecinos del porvenir.
Playas de Tijuana es una de las mejores zonas del Estado y la mejor de Tijuana, simplemente porque cuenta con el mar, ese inmenso océano Pacífico que entrega a diario amaneceres y atardeceres de privilegio.
Con el escenario que tiene la delegación, de una comunidad prospera, la pregunta de nuestros antecesores vuelve a caer sobre nosotros: ¿qué vecinos queremos ser? Y yo me atrevería a decir que lo mismo que hemos sido desde su fundación, una sociedad progresista, conciliadora del desarrollo, ahora más unida a nuestros administradores modernos y libertados de ataduras burocráticas y colores partidistas: La delegación y el Municipio.
Todos los vecinos de las más de cien colonias que forman la delegación, tienen a favor un vínculo poderoso que es el amor por la zona y la ciudad, un cordón umbilical que socializa aún en las más lacerantes diferencias: es un lazo que une a vecinos de un barrio con vecinos de otro, a empresarios de uno u otro giro, al sector privado con el sector público, a los jóvenes con los viejos, a los padres con los hijos, a los que se quedaron con los que regresan, a los “nacidos y criados” con los “venidos y quedados” que adoptaron la delegación como propia, al oficialismo con la oposición, a los conservadores con los progresistas.
Ese lazo social y afectivo se llama Tijuana, y es un sentimiento poderoso, es una pasión que unifica las diferencias y nos conduce al mejor lugar para todos: el Progreso. Porque el progreso es sinónimo de educación, es salud, es trabajo, bienestar y desarrollo.
Se tiene en la delegación un capital enorme, comenzando por su naturaleza de zona en o con playa, las hectáreas de un campo próspero, su comercio y turismo, sus escuelas y universidades, hospitales, sus celebridades, sus artistas y deportistas, propios y de exportación, su turismo incesante que se ha sabido conservar.
El futuro es de los tijuanenses, hoy especialmente de los vecinos de la delegación de Playas de Tijuana, y será mejor cuando la riqueza y prosperidad que soñamos todos lleguen también a los sectores más vulnerables de la comunidad. El futuro se viene haciendo día a día empujado por la pasión de ser tijuanenses, por nacimiento o por adopción, con esa marca de identidad, desde donde todos nosotros construimos nuestra propia historia.
Playas de Tijuana es una comunidad que se ha ido constituyendo en base al esfuerzo de propios y extraños, una sociedad que ha generado diversos polos de desarrollo urbano en donde todos tenemos anhelos. La delegación es el crisol en donde se funden todas las sangres y voces de nuestro país y en la que se forja un nuevo individuo cultural, buscador de felicidad y forjador de esperanza.
En Playas se crea el tijuanense integrador. Siempre lo he dicho: todos venimos de fuera, lo que pasa es que unos llegaron primero y otros después. Múltiples expresiones culturales han ido persistentemente llenando cada día más este espacio urbano con esa cultura que hace a la gente sentirse orgullosa de Playas de Tijuana y Tijuana.
Playas es bella y este aniversario debe ayudar a renovar el compromiso de mejorarla, de generar más espacios culturales, sociales y deportivos, de continuar las obras que nos hacen falta con el mismo espíritu de nuestros pioneros.
Playas seguirá creciendo con las manos de sus obreros, con las manos de sus maestras que enseñan a leer y escribir en escuelas, con las manos de los músicos y artistas que dan alegría en la Casa de la Cultura de Playas, con las voces y letras de sus poetas, con la entereza de las heroicas enfermeras de sus hospitales, con el cariño de sus forjadores, con la sabiduría de sus intelectuales, y de los miles de anónimos tijuanenses que día a día edifican su propia historia.
Con todos los talentos, con la pasión por hacer bien las cosas, y con el cariño por la Delegación y Tijuana, invitamos a todos los tijuanenses y en especial a los vecinos de la delegación, a honrar estos primeros 50 años con gusto por lo que hemos logrado y con esperanza y confianza en lo que tendremos por venir.
